De
tantas y tantas cosas que hay por hacer en el mundo, decidí que hoy no haré
nada. No por pereza o frustración, simplemente por darme el gusto de una día de
descanso para analizar a detalle lo que me ocurre. No son cuestiones fútiles
como el amor o la escuela, son mejor dicho cuestión de escritura y de estilo.
Los problemas son agujeros negros en los que caemos más de una vez sin que una
fuerza externa nos logre “salvar” de hipso-facto. Lo que ocurre conmigo es que
simplemente no logro fluir, mis palabras entre semana son obligadas y no se
hable de mi prosa o de mi desdichado verso. A marchas forzadas y a prisa no
puede trabajar mi cerebro, simplemente no “fluye naturalmente” como algunos
dirían.
En
días recientes, he tenido la oportunidad de leer escritos maravillosos y con
palabras tan sencillas que en ocasiones sus metáforas se tornan muy complejas
para el entendimiento de su servidora por la misma sencillez que puede abarcar
mucho con tan poco significado, o escritos igual de forzados que los míos pero
que son más difíciles de comprender e incluso algunos que combinan elementos de
las dos corrientes –si se le puede llamar así a lo que describo- que son muy fáciles
o simplemente carecen de un buen fondo
Lo
que no fluye es por diversas razones y ya sea por mi negativa hacia las
tendencias modernas o ideas globalizadas o mis constantes pensamientos sobre la
utópica idea del comunismo que me consterna siempre que me entretengo a
analizar algún modelo económico absurdo, no puedo encontrar un punto de
equilibrio entre lo que de verdad importa y lo que son meras banalidades. Sé
que hablar de esto es algo complicado por la delgada línea entre la locura y lo
que en verdad son razones plausibles para hablar de lo que me distrae y lo que
me obliga a escribir.
Tal
vez sea sólo mi imaginación haciendo una de sus múltiples jugarretas pesadas,
porque a lo mejor lo mío no son las palabras sencillas ni las metáforas
complicadas y simplemente haya cierto balance entre lo que fluye naturalmente y
lo que debe ser metódicamente analizado, un ejemplo de lo que no fluye con la
facilidad que se esperaría.
---------
Hasta pronto
-Alchemist-
4 comentarios:
Alchemist...
Desde que te conozco, me sorprendo cada día que leo algo tuyo...
Sinceramente tu post "De merlot y amor" logró sacarme una lagrima de cocodrilo recordando a un amor pasado (que según yo ya había superado; en fin dicen que si de verdad quisiste nunca olvidarás...)
Admiro tu estilo de redacción, la sintaxis, el como tus ideas van fluyendo y se nota en cada línea; no cabe duda que llegarás a ser grande en el Fantástico mundo de la literatura.
Creo que eso me lleva a decirte que para mi sería un placer editarte un libro; publicarte (digital e impreso, pues en las inmortales palabras de Carlos Duentes -QDEP- nada se compara con el olor a la tinta y al papel; hacer que el resto del mundo conozca tu talento...
Espero estés interesada...
;) Sabes donde encontrarme.
@->->-------
Lo que escribas y como lo escribas es tu estilo, eso es lo importante, tener tu propio estilo. No veas como escriben los demás, escribe como TÚ y ya.
Es algo común al momento de escribir. Muchas veces, también noto que no puedo expresar en terminos sencillos mis ideas, aunque sé que es posible. No sé si tanta verborrea acumulada en el cácumen a lo largo de los años haga mella, pero lo siento.
Saludos.
Hola...
Isis: gracias, estamos en contacto. :D
la MaLquEridA: jejeje, buena solución.
Danielov: jajajaja, tú sí me entiendes.
Gracias por comentar.
Atte.
-Alchemist-
Publicar un comentario