¿Responderás aún a ese tierno e inocente apelativo de la infancia? Sinceramente, espero que sí. Ese individuo dulce que fuiste es el mismo que recuerdo en mi mente cuando te llamo inconscientemente así. No recuerdo muchas de tus reacciones pero tu esencia es inolvidable.
Hace dos años que no sé mucho sobre ti, es muy triste, porque te he estado recordando con mucho cariño y frecuencia, especial por aquel 3 de marzo -hace precisamente dos años- y aunque tu digas que no fue nada, para mí significó todo. En estos últimos días cada vez que viene a mi mente cierta palabra, te recuerdo justo como apareces en una foto reciente: con un uniforme verde lleno de insignias, impecable, elegante y sobre todo; lleno de valor, como siempre.
Espero te encuentres bien, mi querido hermano mayor, siempre tuya Alchemist.
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Gracias por la bienvenida. Hasta pronto
-Alchemist-
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